Hoy no era precisamente un día en el que haya despertado con la idea de escribir. Sin embargo, la pregunta de un amigo y la necesidad de responderle, hicieron que en mi mente empezaran a surgir reflexiones al respecto y la imperiosa necesidad de plasmarlas. Es entonces cuando yo digo: Señor, gracias, porque tu me inspiras y se que me guías. Que seas tu transmitiendo en estas líneas lo que es tu deseo que aprendamos:El Fin justifica los Medios?
Sinceramente nunca he sido amiga del relativismo que encierran este tipo de frases, porque lo que para algunos puede ser válido, para otros es impensable. A partir de esta reflexión, mi mente se transportó a dos episodios concretos, relatados en la Biblia y que marcaron la vida de los hombres que los vivieron, por las consecuencias que trajeron sus acciones.
El primer episodio es aquel en el que David, abusando de su poder y por el deseo de placer, tomó a Betsabé, la esposa de Urias el Itita y la dejó embarazada. Acto seguido y con el fin de ocultar su falta, mando prácticamente a dejar morir en manos enemigos a Urías; asi su camino quedó libre y la tomó a ella por mujer.
El segundo episodio que quiero traer a colación, es la muerte de nuestro Señor Jesucristo, voluntariamente aceptada para conseguir nuestra salvación.
Ambos episodios, maravillosamente narrados en la palabra de Dios, nos muestran hombres con unos fines bien definidos, que escogieron medios específicos para conseguirlos. Estos fines, desde mi posición de mortal limitada, fueron EXTREMOS.
Y hago hincapié en la palabreja, porque un fin que decidamos seguir nos puede llevar por caminos insospechados, tomar decisiones insospechadas y utilizar medios insospechados.
Volviendo a David, un hombre ungido y tan bendecido por el Señor, pienso en aquel momento en que desapareció de él, el temor de Dios y se dejó llevar por sus impulsos, plenamente conocedor de la equivocación y el pecado en que estaba. Pienso en Jesús y en aquel momento en que lloraba pidiendo al Padre que si era posible apartara de Él ese caliz, pero que ante todo se hiciera su voluntad... Pienso en su miedo y su dolor, a pesar de ser el Hijo de Dios. Pero Él tenía una misión, a pesar de lo que implicara y estaba decidido a llevarla a cabo, si era la voluntad de su Padre.
Y es aquí donde vuelvo al RELATIVISMO: El fin justificaba los medios?
Para David si, por supuesto. Desde su punto de vista que para muchos hoy en día es el único que vale: "Lo que Quiero lo consigo".
Para Jesús, claro. Era fundamental sacrificar su vida y sufrir aquel dolor para que la humanidad se salvara y tuvieramos por fin la cercanía que ahora podemos experimentar con nuestro Padre.
Cada uno de estos dos hombres tenía SU verdad. Pero, que los diferenciaba?
No era precisamente la maldad o la bondad, el egoísmo o el altruísmo que hubiera en sus fines. No. Ni siquiera el hecho de que uno fuera el hijo de Dios, ya que el otro (David) era el ungido.
Lo que realmente diferencia a estos hombres es que uno acudió a la presencia de Dios para exponer su miedo, pedir fortaleza y sobre todo: Recordar que era la Voluntad del Padre y no la suya, la que debía imponerse. Mientras que el otro, acudió a su orgullo y a su libre albedrío para tomar decisiones y, por supuesto, obtuvo lo que quiso por un momento, por unos años...
No hablaré aquí de las consecuencias que trajo a David su decisión, para eso les recomiendo leer:2Samuel:11-12.
Ahora bien, igual que estos dos hombres, no hemos estado nosotros en infinidad de ocasiones?
Cuantas oportunidades? cuantas tentaciones? cuantos caminos?
Y al final, lo único que jamás nos abandona: la presencia del Señor Dios TodoPoderoso. A pesar de nuestra arrogancia, nuestros miedos, nuestra deslealtad.
Con todo esto y con la inspiración que el Señor me permite, yo digo:
Cuando el fin es verdaderamente iluminado por la presencia de Dios, los medios jamás se saldrán de cauce. Todo en él es perfecto y hasta nosotros llegamos a serlo si nos dejamos guiar por Él.
Besos y Bendiciones para todos. Y hasta una próxima oportunidad.
CXDS